Observatorio de la Dehesa

IV Congreso Ibérico #DehesaMontado: el futuro depende de nuestra capacidad de adaptación

21 de junio

Frente al cambio climático, es necesario adoptar estrategias de adaptación económica, social y medioambiental que impliquen a todos los sectores.  

Los días 15 y 16 de junio estuvimos en Extremadura para asistir como patrocinadores al IV Congreso Ibérico #DehesaMontado, este año centrado en las estrategias de adaptación de la dehesa al cambio climático.

La dehesa es un sistema agrario de elevado valor natural muy frágil, pero con una elevada complejidad que también lo hace resiliente frente a las nuevas amenazas. Y uno de los objetivos del congreso ha sido “mostrar a los actores directos del proceso de adaptación, decisores y políticos, que es posible adaptar la dehesa al cambio climático, preservando sus valores naturales, implementando nuevas formas de organización y gestión que aporten mayores beneficios económicos para los territorios rurales, y creando nuevos productos y servicios fundamentales para la sostenibilidad”.

 

Sequía y falta de regeneración, amenazas para la dehesa

La primera jornada tuvo lugar en la Feria de Badajoz (IFEBA). En la mesa temática centrada en la adaptación, Jorge Curiel, investigador del Basque Centre for Climate Change, nos habló el proyecto VEroNICA. En él se ha evaluado la vulnerabilidad de las encinas al cambio climático en distintos ambientes y con diferentes grados de manejo. También en relación con el arbolado, el investigador del CSIC Mario Díaz habló de los problemas de regeneración. En trabajos realizados por su equipo se ha constatado que el colapso se produce en dos fases: durante la dispersión de bellotas y en los primeros años de vida de las plántulas, momento en el que es muy importante la presencia de arbustos facilitadores.

Además de los trabajos de investigación, también hubo ocasión de conocer las prácticas de manejo que realizan algunos propietarios. Enrique Vega, del Grupo Casablanca, reclamó la necesidad de “obtener algún tipo de certificación desde la ciencia” que evalúe las buenas prácticas de los particulares y si sus dehesas se comportan como sumideros de carbono.

“He aprendido a ver la dehesa de otra forma, es mucho más que un sistema para producir carne, es un ecosistema en el que todos los componentes tienen su importancia”, decía Pía Sánchez (Finca La Rinconada), y participante en el proyecto LIFE Montado-Adapt. Ejemplo de ello es la fauna auxiliar, “esos trabajadores no remunerados de la dehesa y el montado que ejercen muchos servicios como el control de plagas”, comentaba María Bastida, investigadora del proyecto.

De hecho, otro de los aspectos que se destacó en múltiples ocasiones fue el de los servicios ecosistémicos que proporciona la dehesa. En la mesa dedicada a la valorización ambiental y oportunidades, Antonio Gómez Sal, de la Universidad de Alcalá de Henares, nos habló de ellos, y el investigador del CSIC Pablo Campos explicó fórmulas posibles para retribuir a los propietarios por esos valores ambientales que sus dehesas aportan.

 

¿Fuente o sumidero de carbono?

En cuanto al secuestro de carbono, la investigadora del IFAPA María Patrocinio González-Dugo explicó que se trata de un aspecto muy controvertido. Factores como la variabilidad interanual o el tipo de manejo que se realice pueden determinar que una explotación se comporte como fuente o como sumidero de carbono. Eso sí, “la neutralidad de carbono de la dehesa parece un objetivo alcanzable si se avanza en el uso de métricas adecuadas y de una gestión que mejore el balance”, afirmó la investigadora.

El manejo del ganado es, en parte, clave para determinar el papel de la dehesa en la mitigación del cambio climático, y también aporta otros servicios importantes como la dispersión de semillas, nos contaba Elvira Sales, científica de la Universidad de Évora. En todo caso, “los efectos del pastoreo sobre la biodiversidad pueden ser positivos o negativos, no se puede generalizar”, recordaba la experta.

Innovación en la gestión y en la comercialización

En las mesas de la sesión de tarde se expusieron presentaciones flash en las que conocimos experiencias como la búsqueda de individuos resistentes a fitóftora o el uso de sensores para tener un mayor control de las explotaciones.

Una de las ideas que se mencionó repetidas veces fue la importancia del matorral y del monte pre-forestal, que garantizan la supervivencia de las dehesas y los montados a través de la regeneración del arbolado. Son refugio para las plántulas, favorecen la dispersión de semillas y proporcionan múltiples servicios ecosistémicos. Se habló de la importancia de certificar los productos de la dehesa para mejorar la trazabilidad de los productos y dar mayor viabilidad económica a los productores. En ese sentido, la Fundación Entretantos está trabajando en la creación de un sello distintivo de ganadería extensiva, y Ana Belén Noriega también nos habló del sistema de certificación forestal PEFC.

En la última sesión se debatió sobre los nuevos desafíos de la política pública en la dehesa, y se insistió de nuevo en la necesidad de proteger los elevados valores naturales que aportan los montados y las dehesas sin que este coste recaiga sobre los hombros de los productores. Isabel Ferraz, de la Universidad de Évora, explicó las potencialidades del pago por resultados, y el investigador del Basque Centre for Climate Change Pablo Manzano habló de los problemas a la hora de contabilizar las emisiones de metano del ganado, ya que se ignora el papel de los herbívoros silvestres.

Ruta de adaptación al cambio climático

En la segunda jornada del congreso visitamos la finca La Rinconada (Calamonte, Mérida) y conocimos algunas de las experiencias piloto y herramientas de manejo que se llevan a cabo en ella, como el aljibe inteligente que está poniendo a punto la entidad Innogestiona en el marco del proyecto LIFE LiveAdapt, la gestión adaptativa del ganado o los nuevos muros de piedra y las islas flotantes en charcas para favorecer la biodiversidad. Pía Sánchez, propietaria de La Rinconada, nos explicó cómo lleva a cabo la rotación del ganado siguiendo los criterios de manejo holístico: se trata de someter a las parcelas a un pastoreo muy intenso en poco tiempo y dejando largos periodos de descanso entre medias. De esta forma el suelo se puede recuperar, y gracias a la gran cantidad de materia orgánica aportada, se evita la compactación excesiva y el suelo gana textura.


Desde la Universidad de Córdoba y Asedagro S.L nos explicaron sus experiencias en la mejora de pastos con variedades adaptadas al cambio climático, así como los ensayos realizados en fincas experimentales de Sierra Morena para probar distintos tipos de siembra con nueve variedades de leguminosas.


También tuvimos ocasión de acercarnos al estudio de la dehesa desde una perspectiva menos habitual: la arqueología del paisaje. Victorino Mayoral (CSIC-Junta de Extremadura), nos explicó que gracias a esta disciplina se puede conocer el tipo de gestión o las especies usadas en el pasado. Además, “es la arqueología de la vida cotidiana, de la gente normal que dejó un enorme legado material y cultural. Es una muestra de respeto hacia nuestros antepasados y hacia quienes construyeron todo esto”, reflexionaba el investigador.


En definitiva, han sido dos días muy intensos para aprender y debatir sobre el presente y futuro de la dehesa. El IV Congreso Ibérico #DehesaMontado ha sido organizado por ADPM, CICYTEX, FEDEHESA, UEx, INIAV, ICNF, UÉvora, Junta de Andalucía y ADENEX. ¡Muchas gracias por todo!